martes, 18 de octubre de 2011

Un joven jugando a vaqueros pudo matar a Van Gogh, según una biografía...


eldiariomontañes.es (16/10/2011).

Vincent Van Gogh era un hombre atormentado por sus demonios interiores. Tenía 37 años, vivía casi como un vagabundo, sufría ataques maniaco-depresivos que casi le llevaron a un manicomio y hasta se había cortado una oreja. Todo un cuadro. Así que cuando el 29 de julio de 1890 entró en la posada Ravoux donde vivía con la visible herida de un tiro en el pecho nadie dudó de que el artista se había intentado matar. De hecho, él mismo contestó con un enigmático «creo que sí» cuando un parroquiano le preguntó si había tratado de suicidarse. Murió 30 horas después en ese hostal de la localidad francesa de Auvers-sur-Oise (cerca de París), sin saber que se convertiría en uno de los artistas más reconocidos, cotizados y admirados de la historia.

Ese interés por Van Gogh ha llevado a dos escritores norteamericanos a escribir una nueva biografía sobre el genio que echa por tierra la versión del suicidio. En realidad, según los autores de 'Van Gogh; la vida', el pintor sí murió de un tiro en el pecho. Pero la pistola no la empuñaba él, sino un niño al que conocía y al que se le escapó accidentalmente un disparo mientras jugaba a vaqueros. Suena algo ridículo, pero los autores del libro no son unos charlatanes. Steven Naifeh y Gregory White Smith ganaron un premio Pulitzer en 1990 por una obra similar sobre Jackson Pollock y han dedicado una década de su vida a la elaboración de este libro, para el que han contado con la colaboración del mismísimo Museo Van Gogh de Amsterdam y han revisado centenares de cartas del pintor, inéditas hasta ahora.

El nuevo relato de la muerte del artista detalla que éste se encontraba pintando en un campo de trigo. Por allí apareció René Secrétan, un joven veraneante de 16 años al que le fascinaba el Lejano Oeste. Iba vestido de vaquero y portaba un arma defectuosa calibre 380. Mientras jugaba con su hermano Gaston, al muchacho se le disparó el revólver e hirió de muerte al pintor, que prefirió no contar la verdad porque conocía a los adolescentes «de beber con ellos». Optó por callar y así librarles de un juicio.

Trayectoria de la bala :

Los escritores reconocen que «nadie sabe exactamente qué ocurrió», pero dicen tener unas cuantas pruebas que dan solidez a su versión. Jamás se encontró el arma en el trigal, ni el caballete ni los pinceles. La trayectoria del disparo debería haber sido recta si Van Gogh empuñaba el revólver, pero la bala dejó un rastro oblicuo en su cuerpo. El autor había tachado en varias de sus cartas de «cobardes» a los suicidas. El estado psicológico del autor de 'Los Girasoles' era más grave de lo que se cree y creía que era una carga para su hermano Theo, por lo que vio su muerte como una liberación. Todas las piezas casan, según los escritores, que refuerzan su hipótesis con el análisis de una entrevista que René Secrétan, ya con 85 años, concedió en 1957 antes de fallecer. Se dedicó a la banca y mantuvo su afición por las armas, y cuando se le preguntó por la muerte de Van Gogh se mostró vago. Los autores de la nueva biografía han confirmado que la noticia nunca llegó a publicarse en ningún rotativo. Razones concluyentes que pueden obligar a cambiar los manuales de Historia del Arte.

Vídeo: 60 Minutes - The Life and Death Of Vincent Van Gogh (October 16, 2011).



Vídeo: Van Gogh, buscar la vida en el color.



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