miércoles, 13 de diciembre de 2017

"Charlotte" de David Foenkimos.

     Novela, investigación, historia...Novela de la investigación, novela histórica...da igual: estos elementos se se multiplican entre sí generando unas emociones que se culminan con el arte literario y pictórico ( seguro que todos hemos descubierto a esta pintora). Estamos a costumbrados a la necesidad de justificacion del narrador, del verismo de suponer que lo que leemos lo escribe alguien, por algo. También nos enriquece la información sobre una época que las novelas nos ofrecen, más las históricas. Pero no es comparable con la emoción que se sufre y disfruta con la ejemplos como este de alquimia sencilla.


"Lady Macbeth de Mtsensk" de Nikolái Leskov.

       Tras ver la película, basada en el relato de Leskow, María José y yo nos sentimos atraídos por la historia y buscamos el origen del relato ruso para rellenar las intencionadas ambiguedades del film. Enriquecedoras las sinergias que una obra genera a través de la historia.
       












"La hija de la noche" de Laura Gallego


     Charlie me propone leer una novela, 197 páginas, que incluyen de forma enciclopédica todos los elementos de los cuento de miedo: palidez, nocturnidad, indefensión, animales chupados, transfusiones sanguíneas...masas encolerizadas (sí que dan miedo). A esto le añade la autora las claves de una investigación de policíaca, policía que contrata a un detective privado y viejita solterona que procesa toda la información. Todo esto ambientado a en un pueblo francés en una época previa a los vehículos a motor y a la luz eléctrica. Las ilustraciones de Jordi Vila son de un oscuro tenebroso que dejan entrever las situaciones reflejadas en el libro.
        La lectura no sólo nos ofrece una apertura a mundos nuevos, sino que además, si se comparte,  nos sirven para enriquecer la comunicación con el juego de seguir la trama al paso que los investigadores.