viernes, 24 de octubre de 2014

Acabo de terminar Dora Bruder.

     Y no me creo que no continúe ¿En cuántas páginas puede estar encerrada una buena novela? ¿Si la cárcel es grande, se disfruta de más libertad? Sensación de no completo, de final repentino, de no finalizado, de preguntas y más preguntas sin respuestas, sólo conjeturas y una sola certeza. Sabemos quién es el autor,de quiénes procede, donde vive y ha vivido, cuáles son sus sufrimientos y por qué escribe: para hacerse preguntas que no responde.
        Me gusta la novela negra,policial. Me gusta la novela porque es investigación y el escritor un detective que descubre en sí una historia. En este caso una historia con víctimas ¿muchas o pocas? ¿6, 10 millones? ¿sus descendientes? ¿los hijos que no tuvieron? Quizás el mayor de los crímenes es el habernos inoculado definitivamente la desconfianza. Los monstruos de la razón. No poder creernos que el conocimiento libera, que la ciencia nos hace mejores, que la industria sea para fabricar. El crimen de hacernos pensar que se puede fabricar en serie la muerte con los mejores medios disponibles y con la mejor de las organizaciones y que nuestro vecino,nosotros mismos, podemos ser, no sólo consentidores, incluso los ejecutores.





         También me gustan los libros de viajes, viajes que siempre son en el tiempo y en el espacio. Espacio urbano que sin salir de los barrios de París nos transporta a toda Europa, al mundo. Barrio a barrio, calle a calle, pares e impares, edificio a edificio que se transforman en el tiempo con la vitalidad organicista urbana del paso, peso, de la historia. La ciudad que se expande, el campo que se achica, la libertad bajo unos adoquines que esperan ser levantados para exhumar lo imposible.
           Esta historia, Historia, que seguirá siendo contada a través del personaje de Louki en En el café de la juventud perdida no parece, pasado el tiempo, tener la urgente necesidad de testimoniar la memoria de los que dejaron de ser y que nos obliga a mantener vivos los crímenes en los que eludimos pensar, pero es recorrida por la tenue energía de la huida del aburrimiento que al igual que el olvido cuanto más intentamos alejarnos más dentro estamos.


Para recordarla reseñamos la obra mediante este post de vidactiva.com:






En el café de la juventud perdida, de Patrick Modiano Premio Nobel de Literatura 2014



Portada del libro En el café de la juventud perdida, de Patrcik Modiano
París, años sesenta. En el café Condé se reúnen poetas malditos, futuros situacionistas, y estudiantes fascinados por la bohemia parisina. Y aunque la nostalgia de aquellos años perdidos parecería ser el tema central de la novela, Modiano le da un giro sorprendente. Porque En el café de la juventud perdida es también una novela de misterio. Todos los personajes, todas las historias, confluyen en la enigmática Louki.
“La obra de Modiano se caracteriza por un tono directo pero de gran belleza; atiende a la memoria histórica, pero también a su historia personal; y tiene en el París de la Segunda Guerra Mundial no solo escenario para sus historias, sino un personaje principal”
Cuatro hombres nos cuentan sus encuentros y desencuentros con la hija de una trabajadora del Moulin-Rouge. Algunos la buscan, otros la aman, y para casi todos ellos la chica encarna el inalcanzable objeto del deseo. Louki, como todos los que la acompañan en su vagabundeo por un París espectral, es un personaje sin raíces, que vive inventando identidades, renaciendo una y otra vez, luchando por construir un presente perpetuo. Modiano recrea alrededor de la fascinante y conmovedora figura de Louki el París de su juventud, al mismo tiempo que construye con su estilo inconfundible una hermosísima novela sobre el poder de la memoria y la búsqueda de la identidad, dos grandes ejes de la obra del escritor francés.

El autor, Patrick Moldano

Patrick Modiano nace en Boulogne-Billancourt el 30 de julio de 1945. Hijo de una actriz belga y de un hombre de negocios italiano, creció entre Jouy-en-Josas y la Alta Saboya. Las ausencias repetidas de sus padres le acercan a su hermano mayor, Rudy, que muere a la edad de diez años. Tras aprobar la selectividad, decide dedicarse plenamente a la escritura. Sus primeras obras giran en torno a la ocupación nazi y el colaboracionismo (El lugar de la estrella, galardonada con el Premio Roger Nimier y el Premio Fénéon, La ronda de noche y Los bulevares periféricos). En 1978 obtiene el Premio Goncourt por La calle de las tiendas oscuras, una novela en la que la Segunda Guerra Mundial, y en 1984 recibe el Premio de la la Fundación Pierre de Mónaco por el conjunto de su obra. En castellano, entre otras, también se han publicado Domingos de agostoViaje de noviosEl rincón de los niños,Las desconocidasDora Bruder y Joyita. Este gran autor, de una extremada sensibilidad, describe en sus ficciones la búsqueda de la propia identidad, que oscila entre el recuerdo desgarrador y la tentación de la amnesia benéfica.

Premio Nobel de Literatura 2014

El escritor francés Patrick Modiano fue galardonadez máso con el Premio Nobel de Literatura 2014 por su obra centrada en temas como la memoria, la identidad y la culpa. El premio fue anunciado por Peter Englund, secretario permanente de la Academia Sueca, quien dijo del autor francés que es “alguien que ha escrito muchos libros que se hacen eco unos a otros”, y que hablan de “memoria, identidad y aspiraciones”.




     Una vez más seguimos con la costumbre de reunirnos. En esta ocasión fue el viernes 7 de noviembre a las 21,30 en Malela, calle San Juan de La Laguna. En este lugar compartimos habitación con otra mesa Ana, Ángeles, Calola, Domingo, Maive, María José y Tomás. Lourdes y Luís no pudieron asistir por cansancio y Begoña excuso su ausencia.
      De entrada tuvimos la difícil elección del vino: María José, habitual somelier, eligió un Rivera del Duero; en cambio Maive y Domingo prefirieron otro vino de Toro ante la falta de lágrima del Ebeya. Los desaciertos siguieron con la comida: risotto con tinta de calamar que resultó bastante soso y, para algunos, de presencia siniestra; tataki de atún rechazado por algunos por estar crudo; pastel de carne que le sobraba granos de sal, en opinión del que esto escribe; Tomás siguiendo con su dieta pidió ensalada césar pero su aliño con anchoas le resultó demasiado fuerte; los postres agradaron consistentes en una crema, helado don higos y tarta de chocolate. Domingo ejerció su habitual función de vacuum cleaner aunque no bebió mucho porque fue con la moto. En general, exceptuando María José y Ana, agradecimos la dieto hipocalórica ya que Ángeles y Maive habían almorzado de forma tardía y sobrada y el resto de los cuerpos estaban sobradamente sobrados.
      El disgusto gastronómico tuvo un perfecto maridaje en los comentarios sobre el libro. Patrick sufrió, en su íntima timidez, un concierto de cacofonías otorrinas desde que los comensales dejaron de utilizar sus bocas para comentar la comida. De esta forma se manifestaron todos excepto Domingo, María José(sí comía) y Maive. Tras la llegada de Maive la cosa no sólo no cambió, sino que ésta continuó en la misma tónica. Por si no queríamos arroz, los no presentes manifestaron su coincidencia vía telemática, incluso Lourdes que lo propuso. ¿Puede explicar esto su ausencia?
      Alguien tiene que hablar bien del libro, es un premio Nobel, lo elegimos el viernes después de fuera hecho público el suceso, apenas pasa de las cien páginas, fue barato...Menos mal que estoy yo y si no tendría que inventarme. No me gusta que un libro ponga de manifiesto mis carencias, me parece un desprecio al lector que el autor desde su puesto de privilegio maltrate al lector por desconocer lo que el escritor elige como relevante. Pero en esta obra la ignorancia de lo que el escritor presume de haber vivido me sirve como impulso para conocer y el socrático sólo sé que no sé nada sirve de impulso peripatético. Así la obra me plantea la necesidad no de aprenhender, sino de vivir el siglo XX advirtiéndome del engaño senil de creer que el XXI es mi siglo. Muchos seguimos con las pesetas y con muchos hábitos mentales del XX sin haber vivido, pensado y sentido la centuria en que nacimos. Para contribuir a solventar esta carencia no bastan los libros de historia, ni las biografías, ni siquiera la falsa autenticidad de las autobiografías. Tampoco es suficiente, pero estimula, la investigación siempre personal a partir de las cosquillas que en la consciencia puede hacer una nota en el periódico. Maive nos comentó que todo el océano está en una gota de agua, de forma análoga nos podemos aproximar al S.XX a través del microscopio que analiza el ombligo del protagonista, escritor, enigma....Siempre de forma incompleta e inacabada, para historias acabadas está la ficción como alternativa manipulable que transita nuestro autor. Pero el océano de la vida se desparrama en multitud de meandros de vida, de edificios, de escritos, música, películas que tendremos pendientes sin que nos ofrezcan ningún  atajo o isla que nos de seguridad.
      María José comentó que su lectura fue más agradable porque se ahorró la mediación de la traducción. Parece que en francés original es más fluido. Seguramente sea así pero lamento no estar en condiciones de hacer la comparación como la hizo María José.
       El resto de los contertulios, presentes y ausentes, parecían coincidir en que la mayor virtud del libro era su extensión, poco más de cien páginas y de fácil acceso. Aún así pensaban que no era necesaria tal profusión de descripciones, de calles de edificios y sus microvariaciones a lo largo del tiempo. Que citar autores, libros, música y películas es una forma de arrogancia, más cuando están referidas a un contexto muy concreto. Que le falta una historia que vertebre y estructure el libro ya que la intriga se resuelve desde antes de empezar. Que se mezclan reflexiones con descripciones de forma confusa...
        Todo esto y mucho más motivó a Ángeles a hacer una propuesta. El mucho más tiene que ver con la sobrina de Ángeles que se lo regaló a su tía que le entusiasmó hasta el punto que se lo ha pasado varios miembros de la familia y todos lo han devorado con mucho gusto. Además parte del libro está ambientado en París y su historia es de investigación detectivesca como, de alguna manera, lo es el que nos ocupa. Ana propone como lugar para comer La Comarca en la carretera de Geneto.
  

miércoles, 22 de octubre de 2014

"Demonios familiares" de Ana María Matute.

Lourdes nos propone Demonios familiares de Ana María Matute. Para ello nos envía una artículo de Almundena Grandes publicado en El País el 19 de octubre de 2014.

Demonios familiares

Un mundo lento, amable, hasta que la guerra lo desgarra de pronto. Es el mundo favorito de Matute, el de sus grandes novelas de juventud


 19 OCT 2014  

Una muchacha indecisa entre la adolescencia y una madurez precoz, la indeseada pero inevitable herencia de una familia infeliz, podrida de silencios. Una muchacha que se aferra a los lugares de su niñez, aunque sabe que no fue dichosa, y ni siquiera desea volver a ella. Una muchacha que está sola y es valiente, pero ha pasado tanto miedo que no lo sabe.
La protagonista de la última novela de Ana María Matute se llama Eva. El nombre de la primera mujer tal vez no sea una elección casual. Tal vez, su creadora lo eligió para simbolizar en ella el eterno círculo del principio que nunca alcanza otro final que el abocado a desencadenar un nuevo principio. Eva vive en España, en un pueblo grande o una ciudad pequeña, un mundo lento, amable, hasta que la guerra lo desgarra de pronto. Es el mundo favorito de Matute, el de sus grandes novelas de juventud, el que sostiene el asombroso alarde de energía juvenil que derrochan las últimas. En esa geografía pequeña, familiar y flamante a la vez, Eva reedita y confirma una de las grandes proezas de su autora. Ni la literatura española contemporánea, ni la misma España, serían ellas mismas sin las adolescentes de Ana María.
Ana fue, desde el principio, una novelista descomunal, monumental, excepcional en más de un sentido. Era, además, una mujer tan inteligente que fue capaz de encontrar un camino propio, desbrozando a base de fuerza, y de talento, el campo de ortigas espinosas donde le tocó escribir. Ana fue una escritora valiente y, sobre todo, consciente, que nunca utilizó la literatura para eludir la realidad que la cercaba, ni para congraciarse con ella, como hicieron tantos escritores de su generación. Lo consiguió gracias a sus personajes, esas protagonistas memorables en las que la inocencia propia y la perversidad ajena integran una admirable metáfora de la vida cotidiana en la guerra y la posguerra de España.

Ana María Matute fue una escritora que nunca utilizó la literatura para eludir la realidad
Ignorantes pero nunca estúpidas, desvalidas pero nunca patéticas, desarmadas pero nunca cobardes, sensibles pero nunca ñoñas, femeninas pero nunca empachosas, más valiosas en sus dudas que en sus certezas, y conmovedoras en la implacable voluntad de imponerse a la desolación que las rodea, ellas, encarnaciones de la propia Ana María, han representado para mí, a lo largo de la vida, una imprescindible galería de espejos vitales y literarios. Hacía falta mucho genio, mucha ambición, mucho valor y, sobre todo, mucha, muchísima calidad, para emprender una carrera como la que Ana María Matute culminó con clamorosa brillantez en la esteparia España de los años cincuenta. Yo tampoco sería la misma mujer, la misma escritora, si sus novelas no me hubieran enseñado a tiempo quién era yo, y dónde vivía.
Por eso, los ingredientes de su despedida me han conmovido tanto. Eva, tan parecida a la Magdalena de Los hijos muertos –mi favorita indiscutible–, sola en un caserón donde apenas puede hablar con la criada. La terrible figura de Madre, la abuela descarnada, seca, que ha muerto y no ha muerto, porque su mirada flota en los corredores y su nieta la siente mientras recorre la casa en secreto. Un padre militar, el Coronel, humillado por la silla de ruedas que ha hecho de él un pobre tullido. Una madre que es sólo su ausencia. Un desván, un fugitivo escondido, el imprevisto incendio de un deseo clandestino. Y un cómplice. Pocos títulos de Ana María resultan tan elocuentes, tan suficientes como éste.
La crónica de los demonios familiares de Eva concluye abruptamente en el comienzo del capítulo undécimo, cuando el lector empieza a conocer la verdad sobre Yago, el demonio ambiguo que se transmuta primero en hombre, después casi en ángel, en las páginas precedentes. Para esta lectora ha sido un final cruel, como es cruel siempre la muerte, pero no insatisfactorio.
Al mencionar el derroche de energía que rejuveneció a Ana María en sus dos últimas novelas, no estaba haciendo un elogio vano. Ella, una formidable urdidora de historias, ha escrito lo justo para desembarcar al lector en un mundo completo, una isla habitada donde todos los edificios gozan de sólidos cimientos. No es un abandono, sino un desafío. Escojan ustedes las paredes, las cubiertas, los jardines, terminen la historia de Eva a su gusto. Al fin y al cabo, eso es escribir una novela. Eso, y no otra cosa, es leerla.
Al dar la vuelta a la última página sentí, lo confieso, la tristeza de saber que nunca volveré a leer otro libro de Ana María Matute. Me consuelan todos los demás, y la certeza de que, gracias a ellos, Ana vivirá siempre, y para siempre.

viernes, 10 de octubre de 2014

Nobel de Literatura para Patrick Modiano. Nos lo anuncia El País.

Patrick Modiano gana el Nobel de Literatura

 Madrid 9 OCT 2014 - 17:17 

El escritor Patrick Modiano. / DANIEL MORDZINSKI
El novelista francés Patrick Modiano (Boulogne-Billancourt, 1945), uno de los más influyentes narradores europeos, autor de obras perfectas como Dora Bruder o El café de la juventud perdida, ha recibido el premio Nobel de Literatura. Sus grandes novelas, que suelen tener tan pocas páginas como elevada intensidad narrativa e intelectual, representan un relato único y valiente de los peores momentos de Francia en el siglo XX: el régimen neonazi de Vichy y la ocupación del país por los alemanes durante la II Guerra Mundial.
La Academia sueca ha argumentado que ha concedido el premio a Modiano “por su arte de la memoria con el que ha evocado los destinos humanos más difíciles de retratar y desvelado el mundo de la Ocupación”. Muchos le han acusado de escribir siempre el mismo libro, lo que para sus detractores es un defecto pero para sus defensores es una bendición.

Modiano en español

  • Villa triste, 1976.
  • Los bulevares periféricos, 1977. Con el título de Los bulevares de la circunvalación, integrada en Trilogía de la Ocupación, 2012.
  • La ronda de noche, 1979, integrada enTrilogía de la Ocupación,
  • Calle de las tiendas oscuras, 2009.
  • El libro de familia, 1982.
  • Una juventud, 1983.
  • Tan buenos chicos, 1985.
  • El lugar de la Estrella, 1989. Integrada enTrilogía de la Ocupación, 2012
  • Domingos de agosto, 1989.
  • Exculpación, 1989.
  • El rincón de los niños , 1990
  • Viaje de novios, 1991.
  • Más allá del olvido, 1997.
  • Dora Bruder, 1999.
  • Los mundos de Catalina, 2001.
  • Las desconocidas, 2001.
  • Joyita, 2003.
  • Un pedigrí, 2007.
  • En el café de la juventud perdida, 2008.
  • El horizonte,2010
  • Barrio perdido, 2012
  • Flores de ruina y Perro de primavera, 2012.
  • Un circo pasa, 2013.
  • La hierba de las noches, 2014.
Publicado en España sobre todo por la editorial Anagrama –aunque su obra ha estado muy dispersa— y en Francia por Gallimard, Modiano es un escritor humilde y, sobre todo, valiente. Con el guión de Lacombe Lucien, que escribió en 1974 junto a Louis Malle, fue uno de los primeros que denunció algo que hasta entonces había sido un tabú: la activa participación francesa en la persecución de los judíos, la miseria del colaboracionismo. La película causó una conmoción tremenda en Francia y abrió una herida que Modiano nunca ha cerrado en sus libros.
Entre sus principales novelas destacan Calle de las Tiendas Oscuras, La trilogía de la ocupación(El lugar de la estrella, La ronda nocturna y Los paseos de circunvalación), Domingos de agostoViaje de noviosEl rincón de los niños, Villa triste, En el café de la juventud perdida, Un pedigrí o Las desconocidas. Anagrama, que editó en julio La hierba de las noches, tiene previsto recuperar en los próximos meses dos libros, Accidente nocturno y Libro de familia, y editar Pour que tu ne te perdes pas dans le quartier (Para que no te pierdas en el barrio), que salió la semana pasada en Francia. Una parte importante de su obra ha sido traducida al castellano por María Teresa Gallego Urrutia, que ha logrado recrear la claridad y ligereza del francés en el que escribe Modiano.
Cuando Jean-Marie Le Clézio recibió el Nobel en 2007, muchos pensaron que el candidato eterno de la literatura francesa, el propio Modiano, se había quedado sin el máximo galardón de las letras mundiales. Sin embargo, al final, la Academia Sueca ha repetido idioma para galardonar una obra tan compleja como a la vez sencilla, que parece que siempre transcurre en el lujoso distrito XVI de París, pero que recorre con intensidad los dramas y los conflictos del siglo XX.
Su último libro se titula precisamente Pour que tu ne te perdes pas dans le quartier (Para que no te pierdas en el barrio), en la indispensable colección blanca con letras rojas de Gallimard. Como todos, no llega a las 200 páginas (160). El propio Modiano, en una entrevista difundida por Gallimard, explica el arranque, que no puede ser más clásico de su obra: "La novela arranque con el timbre del teléfono. El personaje principal, Jean Daragane, después de titubear, acaba por responder. Un desconocido le dice que tiene en su poder una agenda de teléfonos que Daragane había perdido. Pero algo le parece sospechoso". Así empieza un viaje a los recuerdos y a los misterios de la vida.

En la crítica de su última obra,
 La hierba de las noches, el sabio de los libros Alberto Manguel, escribió en julio en Babelia: “Si toda novela trata de imaginar los capítulos que faltan en una vida, toda biografía es de alguna manera una inspirada ficción. A lo largo de una obra considerable, Patrick Modiano ha intentado construir esos capítulos de los cuales el autor no conoce a ciencia cierta más que algunos retazos. Sin embargo, estos bastan para dar a las novelas de Modiano una verosimilitud y convicción extraordinarias. La biografía de Modiano abarca la segunda mitad del siglo XX y los comienzos del XXI; su obra también. En el centro están los pavorosos años de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación de Francia, y la larga sombra del Holocausto; también, la guerra de Argelia.La hierba de las noches no escapa a esa consabida trayectoria".Preguntado en la entrevista promocional de Gallimard sobre si desvelar el misterio en un libro no lleva a una decepción para el lector, Modiano da una respuesta que, en cierta medida, resume gran parte de su literatura: "No hay que desvelar jamás el misterio. De todos modos, un escritor no podría. Incluso si trata de aclararlo de forma meticulosa, no hace más que reforzar el misterio. Samuel Beckett decía de Proust que no hacía otra cosa con sus personajes: 'Al explicarlos, hacía que el misterio fuese más profundo".


La última obra de Modiano publicada esta semana: 'Pour que tu ne te perdes pas dans le quartier' (Para que no te pierdas por el barrio). / MICHAEL PROBST (AP)
Italiano por parte de padre (que era de origen judío) y belga por parte de madre, nacido justo al final de la II Guerra Mundial, Modiano publicó su primera novela, El lugar de la Estrella, en 1968, que tuvo un éxito casi inmediato, y se convirtió en un escritor totalmente reconocido diez años después al recibir el premio Goncourt por La calle de las tiendas oscuras. Si hubiese que elegir un solo libro que resumiese el genio de Modiano, una elección posible es Dora Bruder, que el narrador compuso a través de un anuncio de prensa que decía: “Se busca a una joven, Dora Bruder, de 15 años, 1,55 metros, rostro ovalado, ojos gris marrón, abrigo sport gris, pullover burdeos, falda y sombrero azul marino, zapatos sport marrón. Ponerse en contacto con el señor y la señora Bruder, bulevar Ornano, 41, París”. Sus pesquisas, cómo no, le llevaron a la colaboración y a Auschwitz, le llevaron a las siniestras tripas de la Europa del siglo XX.
En una entrevista publicada por Babelia en 2009, Modiano explicó sobre aquella novela: "Luego, con los años, y con el libro ya publicado, me llegó algo más de documentación sobre Dora. Y me planteé la cuestión de si merecía la pena reescribir la novela o no. Decidí que no. No soy historiador. Soy novelista. No importa tanto el resultado de la búsqueda como la búsqueda en sí. Así que la novela se quedó como está".
Sobre su obsesión por ambientar sus novelas en el barrio XVI de París, burgués, aparentemente anodino, dominado a la vez por la sombra de la Torre Eiffel y por las sólidas mansiones, señaló en la misma entrevista: "Por eso, porque no tiene nada de especial. Muchos lo consideran un típico barrio burgués. Pero no es así del todo. Tiene una parte de barrio anónimo, banal, sin monumentos históricos, donde uno puede imaginarse cosas. En otros barrios parisinos te sientes bloqueado por la historia. En Trocadero y sus alrededores uno puede observar las calles y la gente que las habita de una manera un poco onírica".


María José propuso para la tertulia competente El café de la juventud perdida, aquí lo presentamos con un intento de ambientación parisina bajo la etiqueta de Híbrido.


miércoles, 8 de octubre de 2014

Rafael Chirbes. El País nos comunicó ayer lo siguiente:

Rafael Chirbes gana el Nacional de Narrativa por ‘En la orilla’

El escritor valenciano suma otro premio, después del de la Crítica, a su gran novela sobre la crisis

"Mis personajes de la novela son afectados por la política de este país. Todos mis personajes me lo tirarían a la cabeza"

 Madrid octubre 2014.


El escritor Rafael Chirbes. / JESÚS CÍSCAR
¿El perro Tom, Liliana, el oportunista Francisco, Justino y el estafador Pedrós le tirarían a la cabeza a Rafael Chirbes el premio que le acaban de dar? Él cree que sí. Diecinueve meses después de que los trajera a este mundo, en una réplica de la España de la crisis bajo el título de En la orilla (Anagrama), la novela sigue su larga marcha de premios. Solo que este último es el Nacional de Narrativa(dotado con 20.000 euros) que le produce a Chirbes (Tavernes de Valldigna, Valencia, 1949) sensaciones encontradas. Por un lado, se siente orgulloso por tratarse de un galardón que representa la narrativa de su país; pero, por otro, confiesa por teléfono con voz tímida pero segura: “Me produce cierta desazón, porque no me gusta nada la política que se está haciendo en este país, como lo referido a los presupuestos y el poco apoyo a la Cultura”. Y, encima, sabe que sus personajes son víctimas de esa política de España. Por eso aventura un pronóstico: “Todos mis personajes me lo tirarían a la cabeza”.
Dice que el Gobierno y la política le escribieron la mitad de la novela, porque “el desastre lo han hecho ellos”, y él se ha “limitado a escribir y contar ese desastre”.
Dice que los periodistas le han preguntado si va a rechazar el premio y que si cree que con él lo van a domesticar. “¿Por qué voy a renunciar?”, les ha contestado. Lo haría si viviera en una dictadura sanguinaria, pero, aclara, que quienes le han concedido el galardón es un jurado que no conoce, al que está agradecido y que es imparcial. Y que el premio contribuye a que su novela, lo que cuenta, se conozca más. Respecto a si va a ser más manso responde: “Ya se sabrá si soy tigre o gato”.
Dice que no sabe si habrá un acto para recoger el galardón. Aunque no duda en compartir lo que haría: “Si tuviera ocasión de recogerlo, y hablar, diría al ministro Wert todas las cosas que pienso sobre su política cultural”.
Iría en su línea. Fiel. En la orilla (también premio de la Crítica)relata el drama humano de la crisis económica a través de la vida de un grupo de desempleados y el patrón que los ha puesto en la calle. Una especie de continuación de Crematorio (2007, premio de la Crítica), sobre la burbuja inmobiliaria y la corrupción. Las larvas que pudren el tejido de la vida española.

El jurado

Según el jurado, se trata de "una novela de extraordinaria construcción literaria, que tratando de la realidad actual, no se limita al realismo, mostrando una riqueza formal y recursos poéticos que lo trascienden".
El jurado estuvo integrado por: Presidente: María Teresa Lizaranzu Perinat (Directora General de Política e Industrias Culturales y del Libro); Vicepresidenta: Mónica Fernández Muñoz (Subdirectora General de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas); y como los vocales propuestos por las entidades correspondientes a la Real Academia Española: Carme Riera i Guilera; a la Real Academia Gallega / Real Academia Galega: María Dolores Sánchez Palomino; a la Real Academia de la Lengua Vasca / Euskaltzaindia: Miren Karmele Azkarate Villar; del Instituto de Estudios Catalanes/ Institut d'Estudis Catalans: Vinyet Panyella i Balcells; de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE): José Luis Vicente Ferris (José Luis Ferris); de la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE): Julia Elena Ochoa García (Julia Otxoa); de la Asociación Española de Críticos Literarios: Ángel Basanta Folgueira; de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE): María de Carmen del Riego de Lucas; del Centro de Estudios de Género de la UNED: María Magdalena García Lorenzo; del Ministro de Educación, Cultura y Deporte: Francisco Javier Rodríguez Marcos; y el último autor galardonado durante la edición de 2013.
Es la mirada de un diseccionador. Chirbes ha insistido mucho en que escribe sobre lo que ve. Y esa mirada es panorámica, con lupa, sobre la sociedad española en todo su espectro, desde el poder hasta la base. Sobre lo que se ve y no se ve. Ya hizo algo parecido en los años noventa y los dos mil, sobre la posguerra y la Transición, con las novelas La larga marcha, La caída de Madrid y Los viejos amigos.
En la orilla es uno de los libros españoles contemporáneos sobre el que se ha dicho casi de todo: desde que es la gran novela de la crisis hasta el microcosmos representativo del conjunto del país. El mismo autor lo ha hecho cuando dijo en una entrevista a este diario: “Si te pones del lado del personaje que más odias descubres tus propias contradicciones. ¿Contra quién escribo? Contra mí mismo”; y, además, ha dicho que el escritor tiene que ser pulga y liebre para que no te atrapen. “En cuanto te descuidas, te han trincado”.
Su popularidad entre los lectores empezó con Crematorio, y fue reforzada por el gran público con la adaptación a la televisión. Hasta entonces era un escritor minoritario, de culto. Ahí entró desde 1988 cuando publicó su primera novela,Mimoun, finalista del Premio Herralde.
Veintiséis años lo separan de aquel debut. Hoy, en realidad, desde hace 19 meses y siete días, hay más ruido a su alrededor del que a él le gustaría. En la orilla ha sido traducida a 10 idiomas y verá una adaptación teatral de K Producciones para la temporada 2015-2016. Y el ruido será barullo.
Eso es lo que peor lleva: “Hasta Crematorio tenía buenas críticas y vendía y no tenía la sensación de estar majara. Pero esta novela me ha expuesto mucho al público. Pero ya es irremediable. Además, cuando hablo, hablo hasta por los codos y me gusta tener la razón. Y, encima, te pueden malinterpretar. ¡Donde mejor estoy es en casa, y solo!”.
Vive en Beniarbeig, en una montaña de Alicante a un kilómetro y pico del pueblo. Donde está ahora con sus dos perros. Donde puede estar días y días sin abrir la puerta. Donde escribió esta novela. A su ritmo, lento. Desde donde desmiente que sea difícil escribir sobre el presente: “Solo depende de dónde te coloques”, afirma. ¿Y, ahora, en que anda? “No hay nada en el horno”. Él, además, insiste en que nunca hace melancolía, escribe con conocimiento, trata de entender, y si hay que volver atrás, vuelve.
Eso dice el escritor que de niño quería contar, en libros o cine, las aventuras de otro niño entre piratas, o en una travesía con un fiel correo del zar, o con unos leones que se comían a las personas lloronas. Pero se convirtió en un autor que con su silenciosa mirada ha recreado como pocos la dura realidad española. Pasada, presente, y en movimiento.

Todos los premios de Narrativa

2014- Rafael Chirbes, por 'En la orilla'.
2013- José María Merino, por El río del Edén.
2012- Javier Marías, por Los enamoramientos (lo rechazó).
2011- Marcos Giralt Torrente, por Tiempo de vida.
2010- Javier Cercas, por Anatomía de un instante.
2009- Kirmen Uribe, por Bilbao-New York-Bilbao
2008- Juan José Millás, por El mundo.
2007- Vicente Molina Foix, por El abrecartas.
2006- Ramiro Pinilla, por Verdes valles, colinas rojas III. Las cenizas del hierro.
2005- Alberto Méndez, por Los girasoles ciegos.
2004- Juan Manuel de Prada, por La vida invisible.
2003- Suso de Toro, por Trece baladas (Trece campanadas).
2002- Unai Elorriaga, por Sprako Tranvia.
2001- Juan Marsé, por Rabos de lagartija.
2000- Luis Mateo Díez, por La ruina del cielo.
1999- Miguel Delibes, por El hereje.
1998- Alfredo Bryce Echenique, por Reo de nocturnidad.
1997- Álvaro Pombo, por Donde las mujeres.
1996- Manuel Rivas, por ¿Qué me quieres amor?
1995- Carme Riera, por Dins el darrer blau.
1994- Gustavo Martín Garzo, por El lenguaje de las fuentes.
1993- Luis Goytisolo, por Estatua con palomas.
1992- Antonio Muñoz Molina, por El jinete polaco.
1991- Manuel Vázquez Montalbán, por Galíndez.
1990- Luis Landero, por Juegos de la edad tardía.
1989- Bernardo Atxaga, por Obabakoak.
1988- Antonio Muñoz Molina, por El invienro en Lisboa.
1987- Luis Mateo Díez, por La fuente de la edad.
1986- Alfredo Conde, por Xa vai o Grifón no vento.
1985- No se otorgó.
1984- Camilo José Cela, por Mazurca para dos muertos.
1983- Francisco Ayala, por Recuerdos y olvidos.
1982- José Luis Castillo-Puche, por Conocerás el poso de la nada.
1981- Gonzalo Torrente Ballester, por La isla de los jacintos cortados: carta de amor con interpolaciones mágicas.
1980- Alonso Zamora Vicente, por Mesa, sobremesa.
1979- Jesús Fernández Santos, por Extramuros.
1978- Carmen Martín Gaite, por El cuarto de atrás.
1977- José Luis Acquaroni, por Copa de sombras.


martes, 7 de octubre de 2014

Envueltos en el abrigo de Soledad Puértolas.


     Ana nos comenta que el libro es envolvente. Nada mejor para comenzar el otoño, incluso echo de menos la impermeabilidad ante estas primeras lluvias. Como ya sabemos, esto de leer no sólo no es imprescindible sino que puede ser señal de que no se hace lo que de verdad importa. Si eso decimos de leer qué podríamos llegar a decir sobre
el ponernos a escribir. Lo de escribir ya deja claro lo vacuo de la vida y lo de no saber hacer nada mejor, más útil y , por supuesto, divertido.

    Tras leer el libro y compartir este placer se nos ocurrió a María José y a mí,  a propuesta de  Maive, buscar y concretar por escrito los personajes y sus vínculos. Empresa incompleta pero esperamos que sugerente que sirva como invitación a la corrección y completud.
     El personaje del que partimos es al padre, fotógrafo, Florencio Campos.
     Su familia numerosa empieza por Mar la que busca el abrigo, casada con Pablo y con dos hijas. 
        Blanca, su hermana, vive sola,separada, con su perra Tasia viaja a Venecia con Elena, recepcionista, y una modelo, Amalia.
     Malica, otra hermana, es la ex de Roberto Enciso que se encuentra en el parque con una chica. Esta pareja pone una boutique de pan en un pueblo, aunque la ocupación predilecta de ella es la dirección de películas, desea hacer un documental sobre las villas de los pueblos.
      Estrella es otra hermana a las que se le suman cinco hermanos más: Julio pareja de Gracia, ésta se encuentra en un parque con Rubén Torres, amigo de Roberto Enciso. Ignacio emparejado con Mariló, y otros tres que si se acuerda podemos añadir a la lista.

    Además de la familia Campos tenemos una curiosa pareja Mabel Torres y Borja. Ella le demanda un día de asueto en la pareja, una especie de día sabático o asuntos propios, en la pareja. Ella lo aprovecha haciendo lo que quiere, incluso estar con las amigas, culminando con la cena con un señor que si alguien identifica lo podemos poner aquí. Él pasa ese día en un hotel llegando a intimar con una recepcionista que es Elena, compañera de viaje a Venecia de Blanca. Mabel, hermana de Rubén Torres, tiene una admiración casi amorosa  por un médico, Máximo Bermúdez, que termina volviéndose loco y abandonando a sus pacientes. Mabel tiene una relación pasajera con Augusto Riofrío con quien vuelve a quedar para comer en uno de sus día libres, el resultado no es esperanzador. El fotógrafo de toda la vida de la familia de Augusto es Florencio Campos.
   

     Florencio Campos realiza una foto de infancia en un tiempo remoto que podemos considerar el inicio del relato, en esa foto aparecen dos niños que son Julián Morales y Celedonio Covaledo (Cecé). Éste es tan insignificante hasta el punto que llega a desaparecer, siendo encontrado por su mujer, Dolores Salcedo, mujer de familia rica que tras este acontecimiento monta una casa de acogida siguiendo la tradición de su familia de ayudar a a los pobres. Esta familia procede del pueblo en el que Malica instala su boutique del pan y, siguiendo la tradición de familia rica, contrata a  Celia para cuidar sus hijos. Esta Celia es titulada universitaria con hermana gemela anoréxica por mal de amores recibiendo atenciones médicas a cargo de la familia Salcedo. Celia en la ciudad vive en una habitación alquilada a Mimí que está enrollada con Morales. Celia se acuesta, sólo se acuesta, con Rober que vive en otra habitación alquilada a Mimí y que anteriormente había vivido en un hotelucho de Manhatan cerca del Hudson en el que coincidió con una yonqui, Jane. Florencio y Mimí viven en un edificio en el que la portera es Palmira que al final del tiempo narrado por la novela pone una tienda de arreglos de ropa. Palmira junto con Mimí cierran el grifo de casa de Florencio. Palmira parece ser la receptora final del abrigo del título. Ignació, de pequeño, perseguía a Mimí por la calle y eran vecinos.
      Daniel Extremera, novio de Irene, ilustradora gráfica, separada con dos niños y perro, se va a vivir con su novia que hace obras para adecuar la casa al nuevo habitante. Dani coincide como vecino de asiento con Augusto Riofrío en un viaje a Manchester.
       Ramiro Hornos es amigo de Aususto y de Luís Ramirez, compañero de carrera de Irene que coincide con Blanca en la Casa de Campo con los perros. Este personaje se caracteriza por tener éxito con las mujeres, producto de una estrategia basada en no hacer nada sino dar largas lo que provoca interés. Tuvo problemas de alcoholismo y es sobrino de Joaquín Palacios, joyero al que le lleva un compañero de trabajo, Vicente y su mujer Dora,  con una joya, de origen no del todo aclarado, para una tasación. Este personaje, Joaquín Placios, joyero ya mayor despierta en mí simpatía ya que parece vivir una madurez sencilla e inocente, lo que no le impide ser un vividor que disfruta de sus placeres como el comer, beber, especialmente en sus viajes a Formentera. Vicente parece haber tenido un lío con Mar y su mujer, Dora, es muy amiga de Malica, incluso fueron juntas a Formentera.




      Un aspecto especialmente interesante del libro es cómo no sólo enlaza y relaciona personajes sino también espacios. Madrid con sus distintos barrios, parques y tiempos atmosféricos y anímicos, se ve animado por el contraste de los viajes. Como a Formentera, espacio idílico para Joaquín. Una Venecia de agencia de viajes para las tres mujeres. Los bares urbanos de Manchester. Una muestra casi completa de los Estados Unidos con el hotel con solitario, drogadicta, con vista sobre el río Hudson, cerca del hospital público en Manhattan y del Chelsea Hotel.


     En Algunas partes del libro se conectan, aparentemente de forma azarosa y sin sentido, obras de creación artística como películas. De forma especial se cita Muerte en Venecia y el episodio Isola de Caro Diario. Además de las fotografías de Richard Avedon.
      
Esta recopilación de personajes y sus relaciones no sólo es incompleta e inacabada, también provisional y a la espera de otras contribuciones que deseamos que nunca lleguen pues serían señal de que no tienen nada mejor que hacer, cosa que compartimos y lamentamos.

     El 10 de octubre de 2014, tras heroica subida en coche, nos pudimos ver las dos Anas, Angeles, Kalola, Domingo, Lourdes, Luis, Maive, María José y Tomás. Diez personas que pagamos con gusto y estómago lleno 17 euros en la Finca Llarena, en un reservado cálido y SILENCIOSO. La comida consistió en tomates aliñados, ropavieja de melva(qué buenos estaban los garbanzos), huevos estrellados con gulas, queso, pan tomaca, carne ibérica a la brasa (los que su amplio estómago permitió comerla destacaron el sabor y textura de su grasa) y dos botellas de Rivera del Duero.
      La conversación pronto se centró en el libro. Algunas tertulianas destacaron la importancia de los personajes femeninos, algunos tertulianos lo corroboraron insistiendo en lo desdibujados y planos de algunos personajes masculinos. La estructura, la construcción arquitectónica de la novela, sorprendió y fue destacada como lo más trabajado de la novela y lo mejor del conjunto. Esta opinión la mantuvieron con especial énfasis Ana y Lourdes. Sin tanta insistencia pero con el homenaje a la complejidad que supone hacer, incluso publicar(esbozo en esta misma entrada), un esquema con los personajes y relaciones Maive por un lado y María José y Domingo por otro intentaron mostrar parte de las relaciones entre los personajes. Maive construyó la metáfora poética de que cada gota contiene todo el océano referida al aspecto de la totalidad cerrada de forma circular con la historia del abrigo y cada uno de los relatos e incluso personajes. Domingo opinó que si bien la red de personajes ofrecía la posibilidad de un juego lógico del que, sin duda, la primera jugadora es la autora, no es lo principal de la novela ya que los ambientes y sentimientos íntimos de los personajes, probablemente, serán el poso que nos quede y la pretensión de la autora de que así sea de forma prioritaria, sin que esto suponga renunciar a la lectura-juego de la maraña ordenada de relaciones. Luis y Tomás ofrecieron unos comentarios interesantes sobre lo perdidos que estaban los personajes, así como en la reiteración, innecesaria de la palabra vacío. 
    Para las propuestas Kalola sugirió los relatos de Jumpha Lahiri recogidos en Tierra desacostumbrada, Domingo planteó que los tres últimos relatos de ese libro tenían personajes e hilo conductor común que podría ser adecuado para una tertulia.  Ana desconocía esta obra, hecho que intentó explicar Domingo diciendo que porque él la había ya propuesto para otra tertulia y se deshechó (está reseñada en este blog). Domingo propuso En la orilla de Rafael Chirbes pero no se atendió la propuesta ante el informe de Lourdes de lo desagradable que le supuso la lectura del primer capítulo. María José propusó al reciente, del día anterior, ayer mismo, Premio Nobel Patrick Modiano y mediante votación organizada por Maive salió elegido para la siguiente tertulia el día 7 de noviembre de 2014.