Periodistadigital.
"No sabía que pasados unos años, muchas personas también creerían en ella aunque para entonces Camino ya no estuviera y su energía se hubiera transformado en algo distinto". "Los días de Colores" es la otra historia de Camino que un día llevaron al cine Javier Fesser y Claro García. La literatura les ha dado a sus personajes la oportunidad
de contarnos todo lo que piensan y callan, lo que supuso la entrada como numeraria en el Opus, el largo proceso de la enfermedad de Camino al tiempo que aquella niña se enamoraba por primera vez de un niño llamado Cuco, Jesús. La resignación de su padre que vive al lado de una mujer que sólo mira para Dios y no suele bajar la vista para disfrutar de los dones terrenales con su familia.
Una ficción que no quiere levantar polémicas, sólo un testimonio contra todo tipo de fundamentalismo, una lucha por la libertad cuando te la roban aquellos que prometen ayudarte. Una vida de una niña que supo sonreír hasta el ultimo momento. Y que algunos quisieron seguir haciéndola sonreís por motivos ajenos al amor.
"No sabía que pasados unos años, muchas personas también creerían en ella aunque para entonces Camino ya no estuviera y su energía se hubiera transformado en algo distinto". "Los días de Colores" es la otra historia de Camino que un día llevaron al cine Javier Fesser y Claro García. La literatura les ha dado a sus personajes la oportunidad
de contarnos todo lo que piensan y callan, lo que supuso la entrada como numeraria en el Opus, el largo proceso de la enfermedad de Camino al tiempo que aquella niña se enamoraba por primera vez de un niño llamado Cuco, Jesús. La resignación de su padre que vive al lado de una mujer que sólo mira para Dios y no suele bajar la vista para disfrutar de los dones terrenales con su familia.Una ficción que no quiere levantar polémicas, sólo un testimonio contra todo tipo de fundamentalismo, una lucha por la libertad cuando te la roban aquellos que prometen ayudarte. Una vida de una niña que supo sonreír hasta el ultimo momento. Y que algunos quisieron seguir haciéndola sonreís por motivos ajenos al amor.
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