miércoles, 9 de febrero de 2011

"El laberinto de la Atlántida" de Álvaro Bermejo Marcos...



Lecturalia.

¿Qué buscaban los ejércitos del Tercer Reich en Creta? ¿Por qué ha desaparecido de nuestro mundo el legendario Oricalco de los atlantes?¿Existió realmente el Rayo de Poseidón, ese catalizador de energía de magnitudes devastadoras que provocó el final de la Atlántida? Víctor Barrantes llegó a la Isla del Laberinto en plena guerra mundial. Una mujer lo estaba esperando para mostrarle a través de sus besos un laberinto aún más trastornador: como el rey Minos y su fabuloso Minotauro, como el enigmático Príncipe de los Lirios, como Fedra y Ariadna, los viejos dioses siguen encarnándose en las gentes de Creta sin que tengan conciencia de esta posesión. El mito revive una y otra vez, hasta el fin de los tiempos.

Tras el éxito de el "Evangelio del Tíbet", Álvaro Bermejo nos propone un nuevo Thriller arqueológico centrado en una historia apasionante. La clave del Apocalipsis está cifrada en una Cabeza de Poder. Pero entre la guerra y la pasión un misterio se abre a otro misterio. En "El laberinto de la Atlántida" nos esperan los dioses terribles que fuimos. Sólo ellos saben que aquello que secedió ayer puede volver a suceder mañana.

Vídeo: Álvaro Bermejo, entrevista.



Vídeo: 17 de noviembre de 2010. Álvaro Bermejo en la calle de los libros partes 1 y 2. Álvaro Bermejo es uno de los escritores, del actual panorama literario español, que más me llama la atención. Sus novelas, no solo nos descubren un contexto histórico de lo más interesante, sino que también se adentran en el universo de los enigmas y el misterio. ¡No te puedes perder esta entrevista! En ella, nos habla de su último libro, El laberinto de la Atlántida, Ed: Algaida, y de muchas cosas más...




3 comentarios:

  1. Partiendo de una anécdota mínima ( dos jóvenes procedentes de clases sociales diferentes se enfrentan sin éxito a su noche de bodas...) el autor construye un relato con meastría para poner de manifiesto los usos y maneras de una sociedad determinada. Digo mínima o nimia si se quiere porque no creo que las pretensiones del autor sea que nos quedemos en el porqué de la aversión al sexo de la p. femenina sino en las maneras de una sociedadnque luego,a ese nivel,cambiara tanto.Pero me esperaba más y me ha desilusionado cómo ha resuelto la hª.Tiene libros como Expiación u otros que francamenta me han gustado mucho más.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu participación en nuestro blog, que esperamos siga siendo el tuyo; quedamos atentos a tus próximos comentarios

    ResponderEliminar
  3. Me resulta grato compartir tu admiración por como nos sumerge el autor en una época de la que ya estamos un poco alejados temporalemente, probablemente nuestros padres la comprendan mejor. El autor suele realizar este tipo de inmersiones basadas en detalles y ventanas en las que los personajes reflexionan con la excusa de un paisaje, como en "Sábado".
    Creo que la anecdota es lo que Alfred Hitchcock denominaba McGuffin, una excusa para desarrollar una trama que en este caso creo que es la incomunicación debida a un instrumento de comunicación y placer manipulado por la opresión de quién está acostumbrado a manejar los mecanismos de poder. En este caso la elipsis nos permite especular e incluso suprimir el origen del problema para quedaros con otros que no tienen porque ser secundarios.
    También comparto la relación que estableces con "Expiación", "La ofensa" o "El animal moribundo" que aunque de distintos autores me parecen que tienen una pretensión común y comparten generación.
    Lo que no comparto contigo, estimada anónima, es en tu desagrado por como resuelve la historia y que creo que lo haces estupendamente porque aún nos queda mucho por resolver y seguramente lo hagamos en un lugar de nuestro cerebro que compartiremos y que antes no existía. Ese valor me parece estupendo: nos hace comunicarnos y desarrolla aspectos de nuestro pensamiento que no nos habíamos planteado.

    ResponderEliminar