jueves, 24 de febrero de 2011

"Chesil Beach" de Ian Mc Ewan...

El viernes, 25 de febrero, tertulia...


















Acerquémonos a la próxima obra de nuestra tertulia y recordemos algunos datos biográficos de su autor...










De padre militar, pasó gran parte de su infancia en el Lejano Oriente, en Alemania y en el Norte de África. Al regresar a Inglaterra se licenció en Literatura Inglesa en la Universidad de Sussex y se formó en creación literaria en la Universidad de East Anglia, donde fue alumno de Malcolm Bradbury y de Angus Wilson. Su primera obra publicada fue el compendio de relatos Primer amor, últimos ritos, en 1975, que obtuvo el Premio Somerset Maugham en 1976, si bien luego se especializó en novela.

McEwan se hizo célebre por sus elaboradas descripciones de obsesiones sexuales y actos violentos, llegando a ser censurado por la BBC en su serie de televisión Geometría, y causando gran revuelo al recibir el Booker Prize por la macabra Amsterdam. Es miembro de la Real Sociedad de Literatura y la Real Sociedad de las Artes británicas, de la Academia Americana de las Artes y de las Ciencias, y es Comandante del Imperio Británico. También ha escrito guiones, como el que creó para la película El almuerzo del labrador (1990), una crítica política al gobierno de Margaret Thatcher.

Ahora hagamos el acercamiento a la sinopsis de "Chesil Beach"...

Tienen poco más de veinte años y se conocieron en una manifestación en contra de las armas nucleares. Florence es una chica de clase media alta. Edward, en cambio, pertenece a una familia que vive en la zona baja de la clase media. Ambos son inocentes, y vírgenes, y tras un largo cortejo se han casado. Es un día de julio de 1962, y el tsunami de la revolución sexual no ha llegado a Inglaterra. Edward y Florence van a pasar su noche de bodas en un hotel junto a Chesil Beach. Y lo que sucede esa noche es la materia con que McEwan construye su chejoviano, terrible mapa de una relación, del amor, del sexo, y también de una época, y de sus discursos y sus silencios.

Recordemos nuestra sesión de tertulia...







Como ya es una más que grata costumbre nos reunimos el viernes 25 de febrero de 2011 en el Azafrán. Allí comimos, según el que esto escribe, estupendamente ya que se nos abrió el paladar a nuevos sabores, texturas y mixturas a cambio de 36 euros. Los que esto no escriben no opinan lo mismo ya que quedaron insatisfechos con alguna mezcla de especies, curry, que creen no marida bien con el potaje canario. Tampoco consideran que la carne deba estar en un jugo parecido a la sangre y mucho menos que cobren tanto por tan poco, o lo que es lo mismo, que se quedaron hambrientos.....yo no engordé. Lo que sí comparto es que para tanto precio y tantas personas merecimos un mejor trato que no solo sean sonrisas sino que, al menos, incluyan un chupito y menos espera, gracias a la compañía se hizo grata.




Los allí presentes: Isabel, Dominguillo, Amparito, Ángelita, Luís, Cristi, Mari Carmen, Ana, María José, Lourdes, Rafa y Merche hacían un total de 12 lo que imposibilitaba el reservado con mesa redonda y hacía especialmente larga la mesa con la consiguiente dificultad en la comunicación. La mesa estaba presidida por María José y Lourdes cosa que el escribiente agradece por los esfuerzos que realizaron para, desde los extremos, hacerse oír y que las oyeran.







Una conocida y cada vez más querida anónima nos comentó en el blog:




Partiendo de una anécdota mínima ( dos jóvenes procedentes de clases sociales diferentes se enfrentan sin éxito a su noche de bodas...) el autor construye un relato con maestría para poner de manifiesto los usos y maneras de una sociedad determinada. Digo mínima o nimia si se quiere porque no creo que las pretensiones del autor sea que nos quedemos en el porqué de la aversión al sexo de la p. femenina sino en las maneras de una sociedad que luego,a ese nivel,cambiara tanto.Pero me esperaba más y me ha desilusionado cómo ha resuelto la hª.Tiene libros como Expiación u otros que francamente me han gustado mucho más.







A lo que Margarito le contesta:




Me resulta grato compartir tu admiración por como nos sumerge el autor en una época de la que ya estamos un poco alejados temporalmente, nuestros padres la comprendan mejor. El autor suele realizar este tipo de inmersiones basadas en detalles y ventanas en las que los personajes reflexionan con la excusa de un paisaje, como en "Sábado". Creo que la anécdota es lo que Alfred Hitchcock denominaba McGuffin, una excusa para desarrollar una trama que en este caso creo que es la incomunicación debida a un instrumento de comunicación y placer manipulado por la opresión de quién está acostumbrado a manejar los mecanismos de poder. En este caso la elipsis nos permite especular e incluso suprimir el origen del problema para quedaros con otros que no tienen porque ser secundarios.También comparto la relación que estableces con "Expiación", "La ofensa" o "El animal moribundo" que aunque de distintos autores me parecen que tienen una pretensión común y comparten generación.Lo que no comparto contigo, estimada anónima, es en tu desagrado por como resuelve la historia y que creo que lo haces estupendamente porque aún nos queda mucho por resolver y seguramente lo hagamos en un lugar de nuestro cerebro que compartiremos y que antes no existía. Ese valor me parece estupendo: nos hace comunicarnos y desarrolla aspectos de nuestro pensamiento que no nos habíamos planteado.







Durante la reunión el tema estrella era la posibilidad patológica o no de suprimir los impulsos sexuales. A esto nuestra psicóloga-maestraescuela lo tenía clarísimo: no es posible anular a lo que la naturaleza nos obliga y si es así habrá que estudiar qué patología se presenta y por qué. Nuestra no tan anónima Ana replicaba que el ser humano es plástico y se construye a sí mismo libremente, por lo que puede utilizar esa fuente de placer o no sin que esto suponga ninguna anomalía especial y si lo quiere sustituir por tocar el violín o hacerse cura que lo haga.




La participación de Amparo y Lourdes nos recordaron que además del libro tenemos este estupendo blog, gracias a Amparo, para informarnos y que suministra una entrevista al autor en el que exponía la evolución de los manuscritos y la influencia de su esposa. Así en un primer borrador se explicitaba una anécdota que algunos supusimos gracias al olor a mar. Este planteamiento fue criticado por su mujer por demasiado evidente por lo que decidió sólo sugerir de forma velada.




Tras los tardíos postres y sin copa levantamos la reunión con ganas de más....de mucho más. Tanto es así que quedamos para el 25 de marzo para comentar "La piedra de la paciencia".




El que esto escribe siguió reflexionando sobre lo que en su momento planteaban Ana y Begoña en respuesta a Ángeles Mastretta respecto a que leer era un síntoma de vida insuficiente ya que quien vive satisfactoriamente ni lee, ni escribe, ni va al cine. A lo que ellas argumentaban que justamente estas actividades son las que hacen la vida más vivible. El que piensa con el estomago, y otras partes del cuerpo, no sólo disfrutó la comida sino que incluso se quedó con ganas de volver, de leer, de ir al cine, de seguir charlando y de no tocar el violín.

Vídeo: Parte 1 - Introducción a la novela Chesil Beach.



Vídeo: Parte 2 - 1962, el sexo, y la estructura en Chesil Beach.



Vídeo: Parte 3 - El tono, los personajes y la música en Chesil Beach banrepcultural 156 vídeos Suscribirse Suscripción realizada.



Vídeo: Parte 4 - La importancia del vocabulario fuerte (en Chesil Beach y Expiación).



Vídeo: Parte 5 - La desaparición y la sexualidad de Florence en la novela Chesil Beach banrepcultural 156 vídeos Suscribirse Suscripción realizada



Vídeo: Parte 6 - El proceso de escritura: temáticas, medios y técnicas.



Vídeo: Parte 7 - Primera tanda de preguntas del público.



Vídeo: Parte 8 - Segunda tanda de preguntas - Final.

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