Queridos seguidores de Margaritochinijo:
Hoy hemos incorporado una nueva sección a nuestro blog, un sitio web, que como podéis ver está ubicado en la margen izquierda, debajo del enlance de nuestros contribuyentes.
Esperamos que os guste el tema de fondo que le hemos puesto, en caso contrario os agradeceríamos que nos lo hiciérais saber a través de vuestros comentarios.
En breve, nuestro altísimo "MARGARITO" nos editará el saludo y presentación dándonos la bienvenida al sitio, que esperamos enriquezca más nuestro punto de encuentro.
Me ha parecido un acierto la elección del libro.Me ha gustado mucho este cinco horas con... en versión musulmana; esa simplicidad del relato no está exenta de cierta complejidad temática. El libro lo aborda a mi modo de ver magistralmente, aunque la perspectiva de la mujer, en algún caso, resulta un poco inverosímil, no desde el punto de vista del occidental que, a todas luces se identifica con la protagonista, sino para ser una mujer ubicada en ese entorno particular. (Asombra su profundidad psicológica, su fuerza, su rabia,su abandono a las convenciones,...) El final quizás también un poco exagerado, pero en definitiva me ha gustado ese ahondamiento, ese buceo que hace sobre sí misma y sobre su vida.
ResponderEliminarEn La sinfonía de tiempo breve, Signorini escribe con minúscula las verdades mayúsculas que componen la existencia. En principio, nos sorprende la simpleza con la que el narrador aborda la trayectoria vital del protagonista hasta límites absurdos y de una inverosimilitud que raya lo disparatado. Sin recurrir a abigarradas construcciones sintácticas (dada la complejidad temática) despunta, lúcida, la voz de un creador poseedor de una bellísima hondura poética.
ResponderEliminarEl “Tiempo largo” se nos antoja como el tiempo de la infancia, como el tiempo de conocer y aprehender (aquí cada descubrimiento es una manera de arrancar una verdad, que, a fuerza de ser simple, se torna de una profundidad inconmensurable). Frente a éste, el “Tiempo Breve”, en esa sinfonía compuesta de bellos colores que hacen y dan forma a la vida y que, a veces, está compuesta de notas disonantes, que no nos las prometen tan felices. Todo esto incardinado en el devenir de los hechos históricos del momento, ligeramente esbozados.
El lector asiste, sorprendido y curioso, a ese periplo de “viaje sin destino” que acaba en la sala de un hospital. Paciente y médico se intuyen y se escuchan en un tiempo que corre veloz “ como dos piernas que parecen cuatro”.
De fondo la sintonía de una historia de amor.
Con Si tú me dices ven...Espinosa, al que por cierto no conozco de nada, me ha dado la sensación de que intentó algo que todavía no sé qué es.Los personajes carecen de profundidad psicológica, el problema sentimental se resuelve en página y media,la desaparición del niño con otra perogrullada.El personaje se va a Capri (que yo intuía como el regreso a Ítaca, por darle profundidad al asunto)como si se hubiera ido a Murcia; no hay ritmo narrativo.Me hartan estos libros que parecen de autoayuda y que el autor no se los curra nada.
ResponderEliminarGracias, Ana, por tus comentarios que para nosotros son de total agradecimiento como consulta y visitante de nuestro blog.
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