María José en su empeño de hacernos la vida más vivible y los sillones más incómodos me prestó este librito. Corto, unas cien páginas. Un monólogo teatral que muestra un aspecto de la producción de García Márquez del que no tenía noticia. Nada nuevo sobre la maestría de esta autor que utiliza sus recursos para ponerlos en el escenario o ser leídos en voz alta. Las virtudes teatrales se me antojan dificultades para su lectura ya que parece necesario el grito, la estridencia, lo exagerado, que en una novela sería lo sutil y el susurro al oído.
Efectivo, directo, bruto incluso. La mujer que celebra los veinticinco años de casada y se prepara par la fiesta junto a su marido sentado en un sillón nos evoca a Cinco horas con Mario pero en un ambiente caribeño y de sonidos y músicas coloridos. Transmite sensaciones y reflexiones de forma directa y agradable. Seguiremos leyendo a García Márquez con voracidad incluso aunque nos siente en este sillón.
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