El viernes 9 de mayo de 2009 nos reunimos con especial hambre los siguientes:
Luís.
Ángeles.
Amparo.
María José.
Maive.
Begoña.
Isabel.
Domingo.
Ana.
El restaurante se llama Majamón y está en Barrio Nuevo en La Laguna, tras la plaza en una casa terrera que hace esquina. El ambiente, la ambientación y la comida son de inspiración andaluza. El trato del personal fue muy cordial y amable dándose la circunstancia que el propietario y camarero es el padre de Encarna nuestra compañera de lengua en el instituto de Punta Larga.
La comida empezó con un fino y una caña Cruzcampo para luego seguir con vino y.....muuuchísimos platos como: tomates aliñados, tortilla campesina, jamón, aceitunas, excelente cazón, calamares, atún en adobo, salmorejo cordobés, y más cosas de las que ya no me acuerdo. Terminamos con un postre y copa. Precio ¡sorpresa! 10 euros. Casi sin saludar ni despedirnos salimos de allí al fresquito lagunero porque pasamos tanto tiempo que el calor podía hacer de las suyas y dados los antecedentes optamos tomar fresco por si acaso....
La ya sabida anomalía humana de utilizar el mismo agujero para nutrirse que para hablar se puso de manifiesto y a pesar del vino y cerveza que hacían más fluidos tanto el deglutir como el fonar quedó de manifiesto la mala jugada de la evolución. Así y todo pudimos comentar algunos elementos que agradaban o no a los lectores como el estilo sencillo y sin exageraciones, la normalidad de lo anormal y lo disperso del relato. Todos resaltaban la importancia de los orígenes y de la vuelta a ellos además de la simbología de la opresión femenina relacionada con la económica.
Qué perfecto narrador nos está resultando este Margarito,"un día sí y otro día... también.
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