Creo que soy el único en defender el derecho de Lucía a escribir sobre lo que más quiere y admira: su ombligo. Begoña y Elena se irritaron ante el egocentrismo de la escritora. Creo que el que escribe es el que elige lo que leeremos, o decidamos no leer. La experiencia de una reciente madre me sirvió para comprobar, una vez más , que la experiencia humana no es diversa si la vive una mujer o un hombre. Lo mismo sucede con las experiencias laborales, de pareja, de viajes....La diversidad de opiniones enriqueció esta tertulia que sirvió para que nunca más eligiésemos un libro de la autora.
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