Un viernes de invierno nos reunimos en el centro del centro, o casi, la Plaza Isabel II, la de los caños, por arriba de la calle La Marina para cenar en un italiano, como era de esperar ya que sicilianos propiamente no encontramos.
Entre los participantes se encontraban las novedosas
Maive
Ana Sara
que siguiendo el protocolo, para su presentación, llegaron bastante y justificadamente (no me acuerdo pero algo decían) tarde. Además de las novedosas se encontraban las ya clásicas:
Begoña
Ángeles
Amparo
Isabel
Merche
y la numerosa presencia masculina:
Luis
Rafa
Domingo.
El lugar, por llamarlo de algún modo, estaba destacaba por.....mejor se lo preguntan a otro de los presentes. En cambio, la comida....también.
El libro, librito, o relato fue propuesto por Domingo con carácter de nocturnidad y urgencia, aprovechándose de la confianza que en él depositaron y ante la imposibilidad de encontrar las otras obras que habíamos propuesto. A pesar de esta circunstancia se hablo de lo interesante de la novela negra, policiaca, de como se identificaban elementos de la universalidad de la cultura insular, de la no nombrada pero siempre presente mafia, de la transmisión de valores por vía materna, de la culpabilización de las víctimas, de la normalidad del mal que toma cuerpo en la corrupción, de Dimas Martín, de Los Cocoteros....y que seguiré leyendo a Leonardo Sciascia.
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