PATRICIA DE SOUZA . El País. 28 ENE
2012
Narrativa. Difícil escribir un libro en primera persona siendo mujer y no
ser considerada como "feminista". Es lo que sucede con la novela de
Siri Hustvedt (Estados Unidos, 1955), El verano sin
hombres, en la cual la protagonista, escritora también, sufre una "sicosis
reactiva" el día en que Boris, su esposo, decide dejarla por una mujer
mucho más joven. Hasta ahí la historia es banal, cientos de mujeres pueden
contar la misma anécdota tentadas de caer en la venganza o la ridiculización
del ser querido. Lo importante es que aunque la novela sea de corte bastante
clásico, combinaciones de imperfecto con pasado simple, esto le permite a la
autora mantener una distancia (un exterior que no llega a ser interior como el
presente del indicativo) con su personaje que saldrá de la crisis, se acercará
a un grupo de mujeres ancianas (los cisnes), entre ellas, su madre, y logrará
organizar su vida, a punto de ser fantasmal, socialmente congelada, casi
invisible. Flash-backs de instantes dolorosos,
humillaciones de género, renuncias individuales a las que el personaje está
acostumbrado y crítica de todo ese pasado próximo, alborotada, arañando las
paredes, pero que no me servía para nada. Ahí radica la magia de la autoridad,
el dinero y los penes (página 17). Magia que por supuesto la seduce en una
especie de relación sadomasoquista con el hombre que la ha dejado para hacer
una "pausa" en su vida y pese a las características
"cerebrales" de Mía, que conceptualiza, analiza y clasifica lo que
vive. Fragmentos, algunas cartas, narraciones, pocas escenas. El tempo del
texto es contemplativo, sin exaltaciones, marcado por la lucidez de la edad y
una capacidad de adaptación sorprendente. Todo discurre lento hasta el día en
que Boris decide regresar, y ella, que había estado refugiada en dar talleres a
estudiantes en plena adolescencia, capaz de observar esa transformación con
cierta ternura, vuelve en sí, y con una elipsis (casi mágica) todo promete
volver a la rutina.
Esta crítica publicada en el País nos puede servir como referencia para comentar el libro en la próxima tertulia.
Muchas gracias.
ResponderEliminarUn día me ayudas a repasar los tiempos verbales. Quizás más que crítica es comentario, como neutro, poco pasional y valorativo (utiliza poco el subjuntivo).