miércoles, 19 de noviembre de 2014

"El beso de la sirena negra" de Jesús Ferrero.

En esta ocasión nos valemos del ABC para presentar la novela de la próxima tertulia.

«El beso de la sirena negra»

Jesús Ferrero. Policiaca. Ed. Siruela (Madrid, 2009). 161 páginas
El escritor Jesús Ferrero /ABC
Publicado Miércoles, 27-05-09 a las 09:38
Jesús Ferrero siempre había querido hacer una novela negra, pero sus historias le habían llevado por otros derroteros. Hasta que dio, por fin, con la detective perfecta y el relato idóneo. "El beso de la sirena negra" es el resultado. La investigadora escogida es Ágata Blanc, con unos modos que recuerdan a Poirot, y que se desenvuelve con soltura en la cultura parisina y la madrileña (el autor ya está pensando en una trilogía con ella como protagonista). Ésta recibe el encargo de Lucía Valmorant de averiguar el paradero de su hija y a qué se dedica. Lucía pertenece a la alta aristocracia y Ágata presiente un oscuro secreto. Lo exquisito y lo terrible comparten cartel. Una combinación atractiva y explosiva, ingredientes que facilitan que el libro se beba de un trago.
"No le pido que indague en el alma de mi hija Alize, sólo le pido que averigüe dónde se encuentra y qué clase de vida está haciendo", le dice Lucía a Ágata. Extrañada ante la advertencia, Ágata desvela con sorprendente facilidad su paradero. Álize reside "glamourosamente" en un hotel en París.
«El beso de la sirena negra»Peligroso umbralEl problema viene con la segunda parte del encargo. Alize ha cruzado el umbral del deseo y la dominación (la mar de sugerentes sus referencias a "Alicia al otro lado del espejo" y a su autor, Lewis Carrol). Ante el espectáulo, Ágata se olvida de todas sus cautelas y decide asomarse al alma de Alize. Sucumbe a la tentación.
Como si de una caída al abismo se tratara, el ritmo a partir de este umbral se dispara. El freno de mano se suelta y ya no hay vuelta atrás. La locura y el deseo se muestran impúdidamente, sin ataduras, ni velos. Y nadie que contemple el lado oscuro en todo su esplendor sale indemne. Todos pagan por ello.
Jesús Ferrero narra de forma trepidante este peligroso viaje, en el que no se puede dar nada por sentado y en el que el dolor y el amor se confunden con la dominación y el sexo. Este libro, unido a su también reciente "Las experiencias del deseo: Eros y Misos" (XXXVII premio Anagrama de Ensayo), hace que surja una pregunta, ¿tan atraído se siente Ferrero por el lado oscuro? "No me siento muy vinculado a las pasiones oscuras, y aún menos al sadomasoquismo, pero sí que me interesa explorarlo. Me interesa hacer una exploración reflexiva de cualquier aspecto del alma humana, sobre todo los oscuros porque ahí están muchas de nuestras claves. ¿Si me he acercado al sadomasoquismo alguna vez? No, ni de lejos, pero sí que advierto que en nuestra conducta diaria hay mucho de sadomasoquismo. No hace falta que el otro tenga un látigo para ejercer dominios más o menos oscuros". Estremecedor.


       A pesar del tiempo frío, lluvioso y ventoso;  del paso del tiempo y de los accidentes nos reunimos los que salimos en las fotos en el restaurante libanés Malak. Abundante comida, en exceso y sin previo aviso, en la que destacaba la coliflor rebosada, los humus de berenjenas y garbanzos, carne, los postres con pistacho y miel, y el vino. 23 €.






         Los allí presentes además de quejarse del tiempo, del cansancio y demás males de la humanidad, también lo hicieron del libro. Tanto es así que Ángeles, proponente del libro y según algunos posible escritora negra del susodicho, excusatio non petita, accusatio manifesta, acompañó a su hija a una audición bien lejos de oír nuestros comentarios. En la sección hospitalaria se encontraban Begoña y Lourdes, desde allí, vía whats App mandaron sus comentarios que reproducimos tras las excusas de Ángeles:
     Ángeles comenta ...no lo escribí yo. Hay pasajes poco creíbles pero me interesa saber la opinión de ustedes porque mi sobrina tuvo que hacer un trabajo para la carrea. Aquí están esas opiniones.
     Lourdes nos cuenta, tras excusar su ausencia por enfermedad, que ...no respondió a mis expectativas. Demasiado forzado y rebuscado. No me lo creía. Los personajes femeninos de la detective Ágata y de Alize no me resultaban creíbles. A lo mejor es que yo soy demasiado simple---Y la historia sadomasoquista me producía rechazo. La historia no fluía...en fin, no me ha gustado.

De forma coincidente se manifestó Begoña: Estoy con Lourdes. Ni la trama era buena. Poco fluido, nada verosímil, precipitado final...lo único es comprobar como el aburrimiento de los ricos hace que se sumerjan en submundos cruzando el límite, el personaje cambió el traje de ejecutiva por el placer del sexo "oscuro" y dominante, placer  del dinero y dominación. Sumo los dos porque ella podía.
     Maive, in situ, única defensora del libro junto con Domingo, nos advertía de lo estéril de la pretensión de explicar mediantes conceptos racionales lo que formaba parte de la pasión y el deseo, y por lo tanto no elegible ni explicable y sólo entendible mediante la empatía. Esta justificación del planteamiento del autor venía al caso porque se cuestionaba la verosimilitud de la relaciones sexuales(incesto, sadomasoquismo, prostitución...). Parece que sí había acuerdo en considerarlas no placenteras sino desagradables.
     Domingo planteó que le interesaba la ambientación realista y no abusiva, así disfrutó haciendo una entrada con las localizaciones para este blog, no sólo del espacio sino de la época y, en especial de las condiciones sociales. Así retrata un estamento endogámico que no encuentra otra justificación para su supuesta superioridad que el dinero. Pero que estas creencias se esparcen de forma que se extiende no sólo a la nobleza con el consiguiente deterior de las relaciones humanas. Esto se muestra en la forma en que se pasa de ser un mero observador a ser partícipe de los valores de los observados, como es el caso de la detective Ágata. Admitiendo el libro la lectura a la manera de espejo-advertencia para comprobar en qué medida asumimos esos valores de superioridad en distintos contextos.
      El resto de los contertulios insistían en lo increíble y artificiosa de la trama y en lo enfermizas de las relaciones. El ritmo narrativo también fue cuestionado ya que les parecía que en ocasiones se desarrollaba la acción con mucha lentitud y en otras, como al final, se apresuraban, amontonándose, los acontecimientos.
     En conclusión podemos escribir que se trata de otra desilusión más y que Jesús Ferrero, en eta obra en concreto, no satisfizo nuestras expectativas. Para evitar eso se eligió, a propuesta de Ana, un  valor seguro que en septiembre de 2011 ya había propuesto Begoña: Tierra desacostumbrada de Jhumpa Lahiri. Nos veremos en enero del, ya próximo año, 2015 en La Comarca.  
     






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