Covadonga nos sorprendió en la tertulia amiga con la propuesta de Prótesis de Andreu Martín. Una novela de género en la que se muestran los ambientes sórdidos de la Barcelona que cambia de decenio, de los setenta a ochenta con la transición como telón de fondo. Una violenta historia en que el amor cede el paso a la venganza como motor de la historia. Estas dos caras de la misma moneda se ven reflejadas a través de unos personajes que en su perder nos muestran lo peligroso de la ausencia de ilusiones.
El autor, sobrado de oficio y práctica (recordemos la serie de Flanahan), utiliza una fluida prosa para administrar los recursos de la novela negra. En este caso, a diferencia de los thriller en los que predomina la acción, desarrolla los personajes deteniéndose en el entorno social y económico para mostrarnos en una riqueza que nos era ajena en la novelas quinquis.
Las pulsiones sexuales parecen ser las que predominan, pero enseguida nos percatamos que el deseo de poder, exacerbado por las limitaciones debidas al entorno, hacen que la violencia le gane al sexo convirtiendo a éste en una batalla en la que la úncia regla es el deseo de ganar, considerado como acabar con el contrincante.
Algunos leyeron en el libro una película, como sería el caso de Vicente Aranda, no es mi caso ya que disfruté y me sorprendió la película antes que el libro. Me sorprendió lo exótico de que los dos papeles protagonistas los encarnaran dos actores franceses, doblados al castellano, frente a unos secundarios típicos de la serie Carvalho al igual que la Barcelona en que se ambienta. Lo que seguramente sea una necesidad de producción se convierte en una señal distintiva y característica que hacen de la película algo más particular que por la violencia y sexo que está más en la tónica del cine de Aranda y de las películas de la época.
Tras leer el libro en el que se basa la película y disfrutado de ambos me agradó el comprobar que la la libertad en las adaptaciones pueden ser una fuente no sólo de estímulos para el espectador sino también de fidelidad al espíritu de la obra originaria. En este caso la perspectiva desde la que se nos narra el film, es de agradecer ya que da continuidad y redondez a la película, es una supuesta socióloga que es víctima de la violencia y potencia sexual de la protagonista. En el libro el narrador omnisciente no se justifica y los protagonistas son todos masculinos, sin que esto suponga que no exista una extraña atracción entre ellos que podríamos denominar sexual. La película nos pone más en evidencia esta atracción cambiándole el sexo al rol del protagonista. Tanto es así que cambia el título del expresivo Prótesis al nombre propio de Fanny Pelopaja que no aparece en el libro, la versión francesa de la película tiene un título más descriptivo pero menos sugerente A coups de crosse, podría traducirse como a golpes de culata o a culatazos.
La violencia y necesidad e destrucción que aparece en el libro, en la película se ve matizada por la atracción sexual que en muchos casos se ve confundida por la violencia y necesidad de dominación y control. Esto puede crear un desazón molesta ya que nos confunde en nuestra búsqueda de buenos y malos al encontrarnos con unos personajes que no sabemos si buscan placer, amor o sólo a víctimas débiles sobre las que ejercer sus deseos de violencia.
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