jueves, 29 de marzo de 2012

"Como una novela" de Daniel Pennac.









¡Como puede ser que despreciara durante tanto tiempo esta obra! Se editó por primera vez en 1992 y en español en 1993. Oía hablar de ella, la vi en las librerías(no teníamos aún libro electrónico) pero ni se me ocurrió leerla, es más: la despreciaba. Seguramente lo hacía por los mismos motivos que expone el autor. No quería más profes de literatura intentándome convencer que es buenísimo leer, quería leer buenas historias. Y aquí hay una, o dos,...muchas.




Como la que muestra a un padre contándole historias a su hijo. O el homenaje al profesor-poeta George Perros y su forma de transmitir las ganas de leer. Quizás la más larga sea el embelesamiento que logra el autor-profesor con sus alumnos a través del Perfume. Aventura didáctica en la que nos vemos reflejados, pero lo que me parece más interesante es la manera en que nos acerca a los autores y sus circunstancias de forma que nos hace partícipes del proceso creativo al tiempo que, a través de citas, nos estimula a saborear el producto final.

Otro mérito que tiene el libro es la foto de portada que nos invita a acercarnos a un fotógrafo tan sugerente como Jan Saudek. Esta Foto de domingo no parece estar en la misma linea que sus maternidades, y paternidades, ni de sus ambientes en sepia con cuerpos especiales pero sirve de excusa para buscar en internet imágenes que nos enriquecen nuestro universo visual.

Todo esto se lo debemos a María José que me dejó un ejemplar y me obligó a leerlo en tres horas y diecisiete minutos, según el cálculo del autor que coincide con el que ya había hecho yo: 50 páginas por hora, más menos diez según dificultad y fuente. Tiempo robado, como escribe el autor, como el tiempo de escribir o el tiempo para amar que dilatan el tiempo de vivir....leer y amar son una manera de ser (pg. 121). En esto coincidiremos el autor, Isabel y yo. En cambio Daniel Pennac y yo discutiríamos con Isabel en su insistencia en contextualizar, dar sentido, colocar en la linea cronológica de la historia a la obra. Al respecto Pennac reponde: el único contexto que interesa es el de esta clase. Los caminos del conocimiento no confluyen en esta clase: ¡deben partir de ella!...No añadir ni una palabra a las páginas leídas (pg. 123).

Todo el libro es una declaración de amor compartido a los libros como nuestras tertulias que muestran como los libros cimentan relaciones que ni siquiera serían sin ellos.

Sin embargo, si bien la lectura no es un acto de comunicación "inmediata", es, "finalmente" objeto de reparto. Pero un reparto diferido, y ferozmente selectivo.

Si pensamos en la parte de las grandes lecturas que debemos a la Escuela, a la Crítica, a todas las formas de publicidad, o por el contrario, al amigo, al amante, al compañero ...o a veces incluso a la familia....el resultado es claro: las cosas más hermosas que hemos leído se las debemos casi siempre a un ser querido. Y a un ser querido será el primero a quien hablemos de ellas. Quizá, justamente, porque lo típico del sentimiento, al igual que del deseo de leer, consiste en preferir. Amar, a fin de cuentas, es regalar nuestras preferencias a los que preferimos (pg 81).

En estos momentos no es que recuerde los libros asociados a personas, sino a personas que gracias a los libros han convivido con mi felicidad. Me llena de alegría compartir preferencias, lecturas y cariño gracias a un placer, en principio, tan onanista como la lectura y espero que este blog sirva para hacer larga, intensa, profunda y compartida esa alegría.

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