sábado, 14 de mayo de 2016

"Escapada" de Alice Munro.

      Pocas veces Almodóvar adapta textos ajenos (Carne trémula y La piel que habito) pero nos es grato que lo haga de una obra que nos estamos leyendo y que, además, propusimos para comentar en nuestra tertulia. Los relatos de Munro ya nos plantearon sutiles sugerencias sobre las relaciones humanas y el paso del tiempo mediante un estilo invisible, efectivo y poco efectista en Mi vida querida. En la ocasión que nos ocupa, Escapada, los relatos presentan una heterogeneidad menos evidente y la novedad que tres de ellos tienen personajes comunes que viajan en el tiempo planteándonos dilemas morales sobre la responsabilidad y culpa, la maternidad, la soledad, el sexo como atracción y reproducción(nunca como coito), incluso sobre las creencias religiosas contemporáneas. 





     El viernes 13, sin siquiera darnos cuenta de la tradición anglosajona, de 2016 nos reunimos Tomás, MaríaJosé, Maive, Lourdes y Domingo (Calola no pudo asistir por estar con su madre, tampoco Ana). A pesar de las premuras del final de curso y el cansancio acumulado El Farracho (parece que significa soponcio) nos recibió con unas cervezas que apartaron la tradicional caña del centro de nuestro interés. Tras esta agradable sorpresa (dos Chutney y una Socarrada de miel y romero) una ensalada de berros con coscorrones al horno y aroma de cítricos  nos deslumbró, como también lo hizo la cremosidad de las croquetas de boletus y más variedades, pero lo que gustó mucho (en especial a Lourdes) fue las alcachofas con foie al aroma de guarapo, sorprendiero (a pesar de las calorías que incomodaron a Tomás) lacitos de crugientes de de chorizo de perro, seguimos (algunos ya llenos) con secreto ibérico en su punto con miel, calamares con pesto de almendras. Acabamos con los postres consistentes en helado de oreo y crema de chocolate que por la hartura y el placer previo apenas disfrutamos. El surtido de pan y excelente ceite de oliva nos acompañó durante toda la cena, así como la amabilidad del personal. MaríaJosé eligió el ya acostumbrado Rivera del Duero, en este caso dos Nexus One que colaboró a soltarnos la lengua. Los 124,85 euros, que por cabeza tocó a 25, se pagaron con gusto ante la experiencia gastronómica que nos sugirió Calola.

     Costó introducirnos la plática sobre el libro,. El cansancio del viernes noche, el transcurso del curso, y, hay que decirlo, el estilo de Munro no facilitaron la discusión. Lamentamos todos no haber visto, tras la lectura, la adaptación de Almodóvar (inicialmente la pensó en el original inglés pero luego no sólo adaptó sino que también tradujo a las imágenes peninsulares).
         Lourdes defendió con entusiasmo, ya desde Mi vida querida, la precisión y sutileza del estilo de Alice que requieren una relectura detenida ya que pasa meritoriamente inadvertido. Maive destacó la variedad de los temas, así como la valentía para relatar emociones producto de relaciones íntimas muy difíciles de poner sobre un papel ( o artilugio) en blanco. Domingo, valorando las otras opiniones, buscó la sal y la pimienta para aderezar el aceite de oliva, lo que aprovechó para resaltar la sosería de la señora canadiense. MaríaJosé echó de menos la disponibilidad de la obra en su inglés original ya que con la traducción perdía mucho, esta opinión fue corroborada por Maive. Domingo recordó el parecido de una de las portadas de Escapada con la foto de portada de otro de los libros importantes de la tertulia, Saber perder. También le resultó extraño la ausencia, más bien desapariciones, de los personajes masculinos, así como su someras descripciones, en especial del personaje que ofrece compañía a la protagonista. A esto MaríaJosé y Maive respondieron que de ofrecer compañía nada de nada, que se tratan de invasiones sexista del espacio propio, en espeical cuando se está leyendo en los medios de transporte públicos o en la playa. Maive también destacó como los prejuicios sobre el no matrimonio estaban arraigados en las comunidades rurales americanas, coexistiendo con ideas y y actitudes curiosas y progresistas pero plegadas a la moralina dominante. La idea de maltrato consciente o maltrato producto de una personalidad poco desarrollada y débil se planteó en la discusión del relato que titula la  colección, así como la cobardía de la traición debido al arrepentimiento de La escapada.
        Tras la copiosa cena nos despedimos desde una de las esquinas que hacen posible que La Laguna tenga el título de Patrimonio de la Humanidad.













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