Volvemos a la tetralogía y mucho más de Padura.

      El viernes 4 de septiembre del año 2015 nos reunimos los incondicionales: Ana, Carolina, Domingo, Enrique, Lourdes, Luis, Maive y María José. El lugar elegido, por su fácil ubicación y por su cubanidad, fue la Finca El Carretón en la subida de la Hidalga. La extrema puntualidad de Luis provocó que nos juntáramos en el parking sin saber que Luis ya había llegado, por lo que le pedimos disculpas. Calola excuso su ausencia, Isabel hizo lo propio, por tener que cuidar a la madre, deseamos la recuperación de Tomás tras su cólico nefrítico. 14 euros bastaron para beber varias cervezas, botellas de vino, arroz ají, tostones, ropa vieja, ensalada con queso y carne y langostino, y unos postres que nos subieron la glucosa varios puntos por arriba del hiper.

         Entre las incidencias lectoras reseñables podemos considerar el bloqueo del libro electrónica de Ana que le impidió terminar la lectura, lo que no impidió que disfrutara de su lectura y se quedara con el disgusto de la interrupción. Más allá de esta anécdota María José destacó cómo le había enganchado la lectura y disfrutado del mundo cubano a pesar de hediondo que consideraba al personaje. La ropa de varios días, el barro en los zapatos y pantalones más allá de lo justificable, la comida recalentada en estado de pre-descomposición, el pobre Basura teniéndose que comer el asqueroso pescado,...todo esto hacen de Mario un indeseable a los ojos de María José a pesar de su carga humana. Maive corroboró la idea de María José además de mostrar su escepticismo ante el supuesto interés que pudiera despertar en ella esta serie policiaca. Luis insistió en lo irrelevante de la trama policiaca: ni interesa, ni importa, desde la mitad de la novela ya se ve la solución y no significa que perdiera emoción lo que le sucede a Mario y compañía. Domingo mostró su pasión por estos personajes que siempre son lo que no quieren ser y consiguen lo que no pretende, de esta  forma sus aparentes éxitos se convierten en sus fracasos. Carolina disfrutó la lectura hasta el punto de proponer el libro de relatos de Padura, Aquello estaba deseando ocurrir, para la tertulia amiga. Lourdes insistió en los aspectos formales y en lo vital y efectiva de la prosa, así como en las adaptaciones como miniserie de televisión con Jorge Perugorría como protagonista y la cinematográfica con Antonio Banderas como Mario.
     Nos despedimos con el gusto cubano y con la esperanza catalana de Milena Busquets y su También esto pasará que comentaremos el viernes dos de octubre.