viernes, 17 de julio de 2015

Quarantasei. Milo Manara y Valentino Rossi.

        Charlie en la lista de libros preferidos colocaba este en segundo lugar, sólo superado en interés por Big in Japan. Parece que tras el baloncesto las motos centran el interés del chinijo. La sorpresa de esta publicación, durante el ya no próximo 2007, que unía motos, Mana y Rossi se aumentó ante un precio no exagerado para ser un cómic con calidad de papel e impresión, no llegó a los 10 euros.
      El afán italianísimo de Rossi, patrimonio de la humanidad, ha hecho posible su asociación con el legendario Manara para la realización de este cómic. El resultado creo que es considerablemente mejor que la posterior ficha por Ducati siguiendo sus impulsos nacionalistas. Los tópicos de Manara, más bien las tópicas de Manara se repiten y bienvenida sean. Sus mujeres espectaculares, sus hermosos culos, no sobran sino que adornan la fantasía sobre este personaje real que es Valentino. Los más críticos aseguran que es la misma mujer que lleva décadas dibujando, aunque  así fuera es su seña de identidad que en esta obra se une al complicado trabajo de reflejar el movimiento de las motos. Otro tópico sobre el incuestionable artista es la flojera de sus guiones, cosa que se camufla con un mundo onírico disparatado que se asocia a la realidad de las carreras de una forma sorprendente (extraños pollos que impiden que Valentino gane) a la vez que con personajes reales extemporáneos como Steve McQueen, Jin Morrison...Estos planos: onírico, recuerdos, deseos, carreras, cotidianeidad... se entrecruzan en un juego que creo que no desentona con el lenguaje propio del cómic. 
        Supervalentino  a la manera de un héroe se enfrenta a hechizos y lucha contra el mal, número 3, pero, como ha comentado en una entrevista el propio Manara, con unos superpoderes muy particulares: el trabajo diario y el sacrificio con los que ha logrado heroicidades como hacer campeona a la desprestigiada Yamaha M1 del momento (2004), o en la actualidad liderar el Campeonato del Mundo de Moto GP a sus 36 años. Pero lo que quizás humaniza y hace cercano a este héroe es la superación y reconocimiento de sus errores (casco con el burro tras perder el campeonato del mundo por una caída no forzada) y sus decisiones no exitosas como la elección de Ducati. 
     Valentino provoca sorpresas con sus cascos, alguno decorado por Manara, y motos, especialmente la Flower Power  de Valencia, y el significado a que se refieren estos elementos que nos muestran una persona de su tiempo que muestra admiración por sus propios héroes (Maradona, Nieto,...). La originalidad del cómic puede que no sea mayor que la del protagonista y esto se refleja en cómo las anécdotas cotidianas toman protagonismo: el pollo, los perros,..
       Lo artístico al tiempo que con un tono documental nos permite disfrutar a los que nos gustan las motos y los colorines.



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