martes, 20 de diciembre de 2011

"Esos días azules" de Fernando Sánchez Dragó...


Lecturalia.

A los setenta y cinco años Fernando Sánchez Dragó ha decidido ponerse el mundo por montera (una vez más) y se lanza a contar todo lo que nunca se había atrevido a decir hasta ahora. Como si de una conversación con el lector se tratara, Dragó va contando los recuerdos de su infancia, con idas y venidas al presente. Sus inicios en el amor y el sexo, la relación con su madre y las mujeres de su familia, sus primeras pasiones literarias. Porque, como asegura al comienzo, todo hombre tiene, como mínimo, tres vidas: la pública, casi siempre superficial, que muchos conocen o pueden conocer sin necesidad de que su protagonista la cuente; la privada, hecha de episodios fútiles –estudios, familia, amigos, amores, rupturas, salud, trabajo, dinero, mudanzas, anécdotas, diversiones, alegrías, contrariedades, decesos…
Todo lo que el budismo adscribe al samsara o rueda fenoménica de la existencia y de sus sucesivas reencarnaciones– y de chismes desprovistos de interés para quienes no los vivieron; y la secreta, que es la única que de verdad importa, define y revela a quien la narra, y puede, por ello, sorprender al lector, despertar su curiosidad, cautivar su atención y convertirse en algo más que simple literatura –buena, regular o mala– de tente mientras lee.

Vídeo: Fernando Sánchez Dragó presenta en Periodista Digital su primer libro. Octubre, 2011."Se alza el telón. Es la madrugada -- España en guerra, Madrid sitiado, del 2 de octubre de 1936... "Así comienza "Esos días azules. Memorias de un niño raro". La primera parte de lo que Fernando Sánchez Dragó ha calificado como la parte secreta de sus mas de 70 años de vida.

"Quien toque las páginas de este libro, bueno o malo, toca a un hombre". Es la promesa, el aviso del autor a quienes se adentren en este relato.




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