
Héctor, el compañero de economía, entre hijo e hijo nos recomienda este libro típico del género de policías , y como ya es típico en este género, con sus particularidades e incluso originalidades. La autora francesa, Fred Vargas, ambienta la historia en un detallado París de tal manera que se demanda constantemente el uso ya no del plano como del
google y más en concreto del
street view para disfrutar con más intensidad de la novela
.
El comisario Adamsber, de gran inteligencia, pero defensor de la intuición cómo método de trabajo, cómo ya lo fuera nuestro hermano Mario Conde, va a tener como contrapunto a un secundario sanchopanzesco al que la intuición le jugó una mala pasada de la que se arrepiente y, por lo tanto, defiende el realismo de los hechos y la deducción limitada a enlazarlos. Este personaje, al que la vida lo limita a ser padre de familia múltiple y monoparental, tiene como compañía cotidiana al alcohol, lo que no limita su raciocinio.


La admiración del
fricky a su superior, ascendido a comisario en París, no evita la incertidumbre que generan sus peculiares métodos. Desarrollándolos nos vemos observando, como en un zoológico, la fauna parisina con sus miserias y pocas virtudes, buscando una realidad que nunca es lo que parece y en la que nos quedamos con las ganas de encontrar algunas claves sociales, económicas o políticas que parecen asomarse pero siempre de forma insuficiente.
Seguiremos buscando en otras obras de esta autora y compartiremos esa aventura en este blog.